jueves, 18 de septiembre de 2014

INDEPENDENCIA JUDICIAL EN GUATEMALA

En todo estado que se considere republicano, existe una marcada división de los poderes del estado, la cual busca evitar que exista injerencia en el ejercicio de dichos poderes. La independencia  es el pilar que sostiene la división de poderes estatales, y su ausencia degenera esta forma de gobierno, dándole paso a la anarquía y el descontrol.

La independencia de poderes más que una cualidad es una condición que garantiza a los ciudadanos de una nación, que existe fiscalización adecuada entre los poderes del estado, que da como resultado un correcto ejercicio del poder público.

La Constitución Política de la República de Guatemala establece claramente en sus normas la existencia de un estado republicano, así mismo integra este cuerpo normativo, una serie de mecanismo de control entre los poderes del estado, para evitar con ello el abuso de poder.

Tristemente el control cruzado se “olvida” cuando los intereses personales, el compadrazgo, el pago de favores o incluso el agradecimiento por el nombramiento que los llevo al poder, son más importantes, es una utopía  que aun careciendo de independencia de poderes algunos gobernantes hablen de transparencia en el manejo del gasto público.

Como si lo anterior no fuera suficiente,  es necesario hablar de la independencia judicial, aquella que garantiza fallos apedados a derecho, sin vicios y correctamente fundamentados,  sentencias que no respondan a intereses particulares o de grupo, con la mirada puesta en la consolidación de un estado de derecho.


Es necesario cambiar la ley, en el sentido que permita que  lleguen  nuevos funcionarios públicos,  sin necesidad del favor político de aquellos que ya integran otro poder del estado, por ejemplo en Guatemala, que el poder legislativo con la venia del ejecutivo escoja a los magistrados del poder judicial, es una burla y después queremos que estos magistrados apliquen todo el peso de ley en contra de funcionarios o ex funcionarios, que los favorecieron con el voto para ocupar ese puesto.

miércoles, 10 de septiembre de 2014

TERCERA GUERRA MUNDIAL/ PORQUE CIEN AÑOS NO BASTAN PARA APRENDER

Acabamos de conmemorar los 100 años del comienzo de la primera guerra mundial, conflicto que inicio con la declaratoria de guerra mediante  telegrama,  que envió el Imperio Austro-Húngaro al gobierno serbio.  

Siendo una muestra clara de intolerancia, que le costó al mundo más de diez millones de vidas, a cambio de nada, es necesario reflexionar sobre el camino que hoy llevamos como ciudadanos del mundo.

Actualmente existen infinidad de conflictos que roban la paz, pero quiero mencionar las naciones que lideran esta lista: Rusia y Ucrania, Israel y Palestina, Libia, Mali, República Centroafricana, Afganistán, Sudán del Sur, Siria,  Somalía, etc.

Los gobernantes de las naciones poderosas del mundo, parecen tener todos los ingredientes para iniciar la tercera guerra mundial,  la intolerancia, transformado en odio y resentimiento, la ambición de poder y el desmedido uso de la fuerza,  están abriendo una brecha que puede servir de telegrama para el inicio del fin.

La tecnología ha puesto en la mano de los ejércitos del nuevo siglo, la capacidad de acabar con su prójimo oprimiendo un botón, Dios permita que los gigantes no despierten aún y le regalen a la humanidad un día más de vida.


El 21 de Septiembre se celebra el día internacional de la paz, este es un derecho que todo habitante del mundo debiera tener y un ideal de vida que no podemos dejar morir.

miércoles, 3 de septiembre de 2014

UNA REPÚBLICA LIBRE


Es necesario recordar un poco la historia de los orígenes de América, cuyos nativos eran libres hasta la llegada de los españoles que los conquistaron, reduciéndolos a condición de esclavitud y servidumbre, imponiendo un sistema de gobierno,  que no solo exploto nuestros recursos naturales, sino también a nuestra gente. 

En recuerdo a la barbarie sufrida por nuestros pueblos, el himno nacional de Guatemala, hace énfasis en su letra, el repudio, por el sometimiento que fueron objeto nuestros antepasados, cuando indica: 

“…ni haya esclavos que laman el yugo
ni tiranos que escupan tu faz.
Si mañana tu suelo sagrado
lo amenaza invasión extranjera,
libre al viento tu hermosa bandera
a vencer o a morir llamará.”

Hoy a pocos días de cumplir 193 años la declaratoria de independencia, es necesario reflexionar sobre la clase de libertad que tenemos los guatemaltecos de bien. En este hermoso país, todos los días roban, extorsionan, violan, secuestran, trafican personas o las asesinan, ante la incapacidad del estado de brindar seguridad.

Ante esta ola de violencia y criminalidad,  los guatemaltecos hemos tenido que limitar algunas libertades para preservar nuestras vidas, hemos tenido que aprender a vivir detrás de barrotes, paredes con razor, alarmas con sistema de movimiento, cámaras de seguridad, etc.   

El líder sudafricano Nelson Mandela dijo: “Porque ser libre no es solamente desamarrarse las propias cadenas, sino vivir en una forma que respete y mejore la libertad de los demás.”

La libertad va más allá del derecho personal abarca el derecho ajeno, en el entendido que al ejercitar éste, no puede atentar contra el derecho de otra persona, que también lo está ejercitando, ya que el choque de esas “libertades”, atenta contra la paz.

El estado tiene por cabeza al gobierno y si este no funciona se pierde el control sobre el pueblo que es el cuerpo, la apariencia que se tiene del estado guatemalteco es de total anarquía y descontrol, que no es más que el reflejo de su gobierno.

Este país necesita refundar la república, lo cual se dice fácil, pero restablecer las bases del  sistema republicano, no será sencillo, pero es necesario hacerlo, ya que de lo contrario seguiremos sin ver una verdadera división de poderes, o la existencia de un sistema político incluyente que garantice la representación de todos, sustentada en los ideales de una sociedad en la que exista libertad, igualdad y justicia.

El presidente de la república, es la principal figura política del estado republicano laicista que representa y por ende el obligado a restablecer la bases del sistema que lo llevo al ejercicio del poder. 

La teoría de los pesos y contrapesos de Montesquieu, que no es más que una verdadera división de poderes, división que confronta y amenaza a los políticos corruptos, ya que su implementación implica controles de un poder del estado a otro, lo que garantiza principalmente un correcto uso de los recursos del estado y segundo el ejercicio de un poder sin ningún tipo de injerencia.

En Guatemala hay dos dichos populares que parecen ejemplificar lo que ocurre ante el desorden estatal y son: “en rio revuelto, ganancia de pescadores” y “en gaveta abierta, hasta el más santo peca”.

La Constitución Política de la República de Guatemala indica que nuestro sistema de gobierno es republicano, democrático y representativo, ya es tiempo de vivir en una verdadera república y que se cumpla el ideal de una vida republicana, y se haga realidad  lo señala que nuestra carta magna cuando indica: “donde gobernados y gobernantes procedan con absoluto apego al Derecho”.