martes, 24 de noviembre de 2015

GUATEMALA BAJO EL ACECHO DEL TERRORISMO

Armamento incautado a mareros. (Foto Radio Cadena MI GENTE)
Parece que 36 años de conflicto armado interno no bastaron, esa guerra que hirió severamente al interior de la República, dejando a su paso cientos de miles de muertos y desaparecidos, hasta que el 29 de Diciembre de 1996, se firmó “la paz”, que en teoría seria para todos los guatemalteco el inicio de una vida alejados de la violencia, el sufrimiento, el temor, la represión, la incertidumbre, etc., que poco duro la ilusión de cambio, en su momento la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG), brazo armado de la guerrilla, como parte del protocolo, al darse por finalizado el enfrentamiento  correspondía la entrega  del armamento que utilizaba y entrego en manos de los observadores de Naciones Unidas, la cantidad de un mil ochocientos veinticuatro (1,824), y ciento cuarenta y siete (147) artefactos explosivos, cantidad con la cual se dio por servido el gobierno, el cual acepto como efectiva la entrega, basta con decir que la cantidad es por demás absurda, solo en la mente de un ignorante puede caber que ese era el armamento del cual disponía la grupo insurgente, la pregunta obligada era, ¿Qué paso con el resto de armas y municiones?

Lamentablemente no tardamos en saber que paso con el armamento restante, la violencia en el país del tun y chirimía no desapareció simplemente muto,  diecinueve años  han pasado de aquella famosa firma y ya parece común leer en los diarios de la nación que grupos pandilleros armados con armas de grueso calibre, se enfrentan a la policía, el aumento de grupos dedicados a la  extorsión y el sicariato están a la orden del día.

El diario digital de la BBC Mundo, en su página del diez de Abril del año dos mil catorce, presenta  a Guatemala  en la posición 5 como uno de los países más violentos del mundo, con el con una tasa de homicidios del 39.9 por arriba de naciones en conflicto como Iraq y Afganistán.

Los grupos extremistas en Medio Oriente dedicados al terrorismo local e internacional  y la respuesta bélica hacia esos grupos generan a nivel estadístico menor cantidad de pérdidas humanas, que las perdidas que generan los grupos pandilleros, principalmente en los países del triángulo norte (Guatemala, El Salvador y Honduras), naciones hermanas que comparten el flagelo creciente de grupos al margen de la ley.

Según el estudio ya referido el cual fue publicado por la BBC Mundo, en el año 2014 pierde la vida en Guatemala seis mil veinticinco (6,025) por homicidios, eso quiere decir que en 10 días pierden la vida más guatemaltecos  a causa de la violencia que Francia por los atentados de París.

Guatemala es un país  tan bello en todo el sentido de la palabra, su gente, el clima, la fauna y flora inigualable, la posición geográfica privilegiada, rica en cultura e historia, es increíble que un lugar tan bello albergue una forma de terrorismo tan despiadado, el cual tiene a los guatemaltecos viviendo con la zozobra y el temor de perder la vida.

El problema está sobre la mesa, el pueblo necesita que el Estado ponga diligencia en la persecución que se realiza a estos grupos delictivos que re-nombraré como terroristas locales, los cuales hoy por hoy su única ideología es la del amor al dinero fácil, pero es necesario que antes que la falta de control permita que estos grupos sigan mutando a formas aún más perversas de violencia, al día de hoy ya tiene una relación con grupos del narcotráfico, el día de mañana podrían estar al servicio de grupos ideológicos, que los infecte aún más, por eso es urgente la creación de una norma legal que sancione severamente a estos grupos y se cree el trabajo carcelario.

Aún estamos a tiempo de rescatar la República y el estado de derecho, es claro que el gobierno  carece de recursos económicos, razón por la cual los esfuerzos que se hagan deben ser bien dirigidos, a fin de obtener con estos los resultados a corto y mediano plazo que los chapines necesitamos.

Si gobernantes y gobernados actuamos con apego al derecho, limpiaremos la nación que nos miró nacer.

Que viva Guatemala.


Referencia 
http://migenteinforma.org/?p=23926
http://www.ipsnoticias.net/1997/05/guatemala-disienten-sobre-destino-de-armas-de-antigua-guerrilla/

http://www.bbc.com/mundo/noticias/2014/04/140408_onu_informe_homicidios_mundo_jgc

lunes, 9 de noviembre de 2015

LEY CONTRA LAS PANDILLAS Y TRABAJO CARCELARIO

Imagen de "actualidad.rt.com"

Para la creación de una norma, se necesita tener una justificación, dicho en otras palabras, se necesita comprobar que sea algo que los ciudadanos necesitamos. 

En un país donde existe tanta legislación inservible, que responde a intereses obscuros, es increíble que a nadie se le ocurra que es urgente crear una norma que le haga frente al fenómeno pandillero. 

Las pandillas en Guatemala reclutan a medio mundo, es un error asociar exclusivamente a la juventud con este problema social, ya que dentro de sus filas hay desde niños hasta ancianos, no discrimina edad, sexo, grado de escolaridad, etc., basta con ver a los viejos gordos y tatuados que se dicen ser los jefes de algunas pandillas, para dejar claro que este no es un problema de la adolescencia.

Hay personas que piensan que crear una norma específico que regule este problema, sería crear un mayor estigma sobre cierto sector “desposeído”, lo cual es incorrecto, una cosa es la pobreza y otra muy diferente la delincuencia, no son sinónimos.

Muchas personas se internan en las pandillas huyendo de los problemas del hogar, otras buscando una alternativa temporal a sus problemas económicos, otros porque simplemente son inútiles incapaces de ganarse la vida, otros porque están acostumbrados a darse una vida que no pueden pagar, otros son obligados a ingresar, etc.

Quiero conceptualizar un poco lo antes indicado, cuando me refiero a problemas en el hogar, me refiero a la desintegración familiar, que da como resultado,  niños sin control debido a padres ausentes o bien la proliferación  de madres solteras, ya sea por casos de violencia sexual o simplemente por la toma de una mala decisión.

Cuando me refiero como alternativa temporal, es porque muchos creen que podrán entrar en tanto su situación mejora y creen que después podrán salir y hacer de cuenta que nunca paso, lo cual no es posible, las maras se cuidan de embarrar al que entra para garantizar que este será un eterno colaborador, bajo la amenaza de silenciar el estorbo.

La migración a Estados Unidos en la década de los 80´dejo muchos niños sin control  al cuidado de familiares que no cumplieron un correcto papel (gracias a Dios no todos, pero si una buena parte), menores que crecieron recibiendo remesas que les proporcionaron un cambio significativo de vida,  el problema  para muchos de ellos, llego con la mayoría de edad, al convertirse en hombres que no sabían hacer otra cosa más que ir a recoger la remesa,  muchos se acostumbraron a una forma de vida que no era eterna, padres que ya nunca volvieron al país y creen haber cumplido al proporcional manutención, la cual estaba carente de educación y valores a sus hijos,  ahora son adultos que encontraron en las pandillas una cómoda forma de no trabajar y seguir viviendo.

Otros grupo entran a las pandillas obligados, prestan “servicios”  a la mara, a cambio de no matar a un familiar o bien a ellos mismos, de esta cuenta miramos a niños involucrados, la sociedad no pasa de espantarse y el gobierno de “luchar” por sostener la peña, pero al final nada cambia, las cárceles escupen gente, ya no caben y cada día llegan nuevos inquilinos, que la sociedad trabajadora debemos mantener.

Sin importar cuál sea la causa, son un problema, que el estado no atiende como debe ser, ya que lucha contra los efectos pero no neutraliza las causas, razón por la cual es un esfuerzo estéril, gastamos como estado en vez de invertir.

Es urgente crear una ley que sancione de forma severa a las personas que formen parte de una mara, una ley que agregue la reincidencia como una forma de agravación de la pena, una norma que de una vez  y por todas desempolve la pena de muerte y obligue a los delincuentes a los que no se les puede imponer a trabajar a cambio de comida, para que dejen de ser de una vez y por todas, parásitos sociales.


Y por otro lado, ya es tiempo que exista un verdadero Ministerio de Cultura y Deportes, el cual proporcione espacios reales, en toda la república, para la recreación y la práctica de deportes, con el dinero que nos ahorraríamos en darle de comer a los presos sentenciados, bien podríamos crea un fondo para la promoción de la cultura y el deporte, libre del presupuesto que ya tiene ese Ministerio. Así como esta idea hay muchas más, pero lo primero es, limpiar y poner la basura en su lugar, ya que de seguro, con la casa ordenada, podremos apreciar mejor lo que hay que hacer.